
Este libro rescata unas cartas que nunca llegaron a su destinatario. Una mujer acelerada le cuenta a un hombre todavía más acelerado sus aventuras y desventuras, los sufrimientos que padece por intentar seguir el ritmo que impone la sociedad y conjugar sus múltiples ocupaciones. Él inicia una correspondencia que, más allá de la cortesía y las buenas maneras, ahonda en la experiencia vital de dos seres humanos que buscan algo de sosiego en un mundo sin sosiego, algún remedio para pacificar el alma.
Sosegarse en un mundo sin sosiego es una reflexión sobre el tiempo que pasa, los recuedos que nos atan y los deseos que nos dominan. También el retrato de una persona -hombre o mujer- que necesita, urgentemente, un poco de paz.
Editor
Plataforma Editorial
Población
Barcelona
Año
2009
Páginas
251
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